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Esta pasta dentífrica, con sabor a frutos rojos, ha sido especialmente diseñada para los niños de 6 a 12 años: su contenido en flúor (1500ppm) facilita la prevención de las caries, reforzando el frágil esmalte de los primeros dientes definitivos.
Cuenta con una base limpiadora suave que cuida el esmalte y las encías de los niños, eliminando la placa en profundidad, a la vez que protege, refuerza las encías y proporciona una potente acción anti-sarro. Todo lo que un dentífrico infantil ha de hacer.
Enseñar a los niños la higiene buco-dental desde la infancia, es sentar la base de la salud de sus dientes definitivos. Los niños menores de 6 años deben utilizar una cantidad de pasta dentífrica del tamaño de un guisante bajo la supervisión de un adulto.
La salud bucal de los más pequeños es fundamental a la hora de prevenir futuros problemas en la adolescencia y en la edad adulta. Además, los dientes y las encías de los niños, si están bien cuidados, les ayudan a mantener una óptima salud general.
Cuando los menores presentan caries, infecciones u otro tipo de enfermedad bucal, estos factores pueden derivar en importantes problemas de salud como deficiencias en la nutrición y en el desarrollo del lenguaje, dolor y baja autoestima.
Sin lugar a duda, la salud de los niños es una de las mayores prioridades de los padres. Aunque no lo parezca, el cuidado temprano dental puede prevenir inconvenientes futuros tales como problemas de mordida o erupción desalineada de los dientes, que provoquen problemas musculares, estéticos, al hablar, o al comer.
Por esto es muy importante una correcta higiene desde temprana edad, como por ejemplo cepillarse los dientes al levantarse, después de comer y antes de ir a la cama.
Los niños se saltan el cepillado de la noche porque tienen mucho sueño, pero es el más importante, pues las bacterias que se alojan en la boca actúan especialmente por la noche. Es esencial que se vayan a la cama con los dientes limpios.
Evitar alimentos con exceso de azúcares como helados, caramelos, refrescos azucarados, zumos envasados, etc… Además de estar asociados a la obesidad infantil, el azúcar presente en estos alimentos deteriora el esmalte, erosionándolo y favoreciendo la aparición de caries.
Es importante evitar o reducir su consumo a ocasiones especiales y enseñarles a cepillarse siempre los dientes después de consumir estos alimentos.
Cepillar suavemente los dientes con un cepillo de dientes suave de tamaño infantil y agua.
Realizarlo en pequeños círculos, sobre las encías y sobre los dientes. Cepille durante 2 minutos. Concéntrese en los molares posteriores, que son los de mayor riesgo de caries.
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